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COMPARSA DE SAN MIGUEL EN EL CARNAVAL





La comparsa del barrio de San Miguel se llama "Unión y Paz" y el color distintivo de sus banderas (la de niños y la de adultos) es el rojo.

Actualmente son tres barrios los que tienen una comparsa reconocida: San Miguel (Unión y Paz), la Santísima (Amércia central) y Santo Domingo (Anáhuac).

Cada año se confeccionan banderas nuevas. El Señor Rubén Villamil Demesa es quien ha pintado las banderas de San Miguel en los últimos años desde el 2000 (excepto la de 2002). Para ver más sobre las banderas, dar clic aquí.

Él explica que desde hace décadas, por la época de la revolución mexicana, había 3 comparsas en Tepoztlán: San Miguel, Santo Domingo y Santa Cruz. Sin embargo, por dificultades para costear los gastos, el barrio de Santa Cruz dejó de tener la suya. Así es como el barrio de la Santísima decidió tener la suya propia y conservar la existencia de 3 comparsas. Sin embargo, hubo algo de rivalidad fuerte entre las de Santo Domingo y la de la Santísima, y por ello la comparsa de San Miguel actuó como mediador, y por ello le dieron el nombre de "Unión y paz" a su agrupación folklórica.

El día que se hace el famoso "brinco" (baile de chinelos en el centro de Tepoztlán) la comparsa acude a la capilla antes de las 3 de la tarde para recibir la bendición en la nueva bandera. Luego de eso, salen de la capila ejecutando sus sonoras notas musicales para dar primero una vuelta a la cuadra de enfrente, y luego seguir por la Avenida 5 de mayo, anunciando su presentación en el centro del poblado, reuniendo gente que los acompañe, creando ambiente alegre y carnavalesco. Todo el alegre gurpo atraviesa los puestos ambulantes que ya han ocupado desde días antes las calles, vendiendo ropa, calzado, bebidas, pizzas, comida, música, la foto del recuerdo, esquites, antojos, joyería de fantasía, lentes oscuros, toro mecánico, arreglo de uñas, etc.

La gente se reune en al explanada central, los encargados de la organización acordonan el espacio reservado para el "brinco" y todo el público soporta el sol en espera de la entrada de los chinelos y músicos alrededor de las 3 de la tarde.

Una a una, las comparsas de los distintos barrios van entrando a la explanada, ondeando sus banderas de niños y adultos, dando a conocer las caricaturas o dibujos de la nueva expresión artística plasmada para este nuevo año. Con cohetes y música van anunciando y acompañando su entrada.





Las comparsas se van acomodando en la explanada.



Una vez todas reunidas, dan un giro bailando ya su típico "brinco" y después de haber ya emocionado al público, en un momento dado se retira el cordón que separa a músicos y chinelos del público, y todos se mezclan y funden en un solo grupo que bailará por un largo tiempo en al explanada, compartiendo la alegría del carnaval los locales con los visitantes, gente de todos los barrios, niños y adultos, disfrutando un evento muy ameno y colorido.


















Al terminar, las comparsas regresan a sus respectivas capillas para ser agasajados con comida abundante de forma que repongan sus fuerzas y vitalidad, ya que la participación en el carnaval, en verdad les exige rendimiento físico, que sin duda, por la alegría compartida, vale la pena.


El carnaval termina justo antes de que inicie la Cuaresma.


Lo arriba descrito tiene lugar de forma más concurrida y completa en domingo y acuden a verlo miles de personas locales y de otras poblaciones. Al día siguiente, lunes, vuelve a repetirse practicamente lo mismo (banderas, comparsas, brinco, ambiente) pero por ser día hábil la concurrencia es menor, permitiendo que sea un poco más holgado presenciarlo y que la gente del barrio también atienda el evento.